Con lágrimas en los ojos y un nudo en la garganta, Luis Suárez anunció que este viernes jugará su último partido con la selección uruguaya, marcando el fin de una era dorada para el fútbol charrúa. El delantero, que ha sido un pilar fundamental en la Celeste durante más de una década, tomó la difícil decisión de dar un paso al costado, permitiendo que una nueva generación de jugadores tome el relevo.
"Me retiro porque siento que es el momento de dar un paso al costado y dejar lugar a las nuevas generaciones. Esta es una decisión mía, no fue fácil, pero me reconforta saber que soy yo quien decide cerrar este ciclo", expresó Suárez, claramente conmovido. A lo largo de su discurso, el futbolista dejó claro que su legado no solo se mide en goles, sino en el cariño y respeto que ha ganado de sus compañeros, técnicos e hinchas.
"La charla con mis hijos fue de a poco", confesó Suárez, conmovido al hablar de su familia. "Ayer me enteré que Benja, mi hijo del medio, no quería que me retirara. Mi hija, al ser más grande, entiende más, pero no fue fácil hablar con ellos". La relación con sus hijos ha sido siempre un motor en su vida, y este momento no fue la excepción. Sin embargo, el respaldo de su esposa, Sofía Balbi, fue fundamental: "Llegué siendo un niño y me voy siendo una leyenda", le dijo Sofía, palabras que Suárez atesora en su corazón.
El delantero también compartió la importancia de sus compañeros y amigos en esta etapa decisiva. Consultó la decisión con Sebastián "El Loco" Abreu, quien lo ayudó a confirmarla. "Llamé al Loco y le dije que lo llamé para confirmarlo", comentó, reflejando la importancia de la amistad y el apoyo en estos momentos cruciales.
"Estoy recibiendo mucho cariño de la gente y eso me llena de orgullo. Viví capítulos increíbles con la selección y no cambio el título de la Copa América por nada del mundo. Fue el momento más lindo de mi carrera", afirmó, recordando con nostalgia sus mejores momentos con la celeste.
Luis no se olvidó de quienes lo acompañaron en su camino dentro de la selección. Agradeció a compañeros como Diego Forlán, Diego Godín y Diego Lugano, y dedicó palabras especiales al Maestro Tabárez, quien fue una figura clave en su carrera internacional. "El 90% de mi carrera en la selección fue por él. Mis mejores años fueron con él", dijo Suárez, reconociendo el impacto del técnico en su vida profesional.
Este viernes, el Estadio Centenario será el escenario de su despedida. "Espero que el partido contra Paraguay sea algo inolvidable para mí, mi familia y la gente", expresó con emoción. Será una fiesta donde el fútbol, la familia y el legado de Luis Suárez se entrelazarán para siempre en la memoria de los uruguayos.
Suárez se despide de la selección, pero no del fútbol profesional, dejando en claro que aunque no planea ser entrenador, desea seguir vinculado al deporte de alguna manera. Su última petición fue clara: "A mis compañeros les diría que, para afrontar la sanción por el partido ante Colombia, hay que levantarse. Ahí se ve la fortaleza".
El próximo viernes, miles de hinchas despedirán a uno de los más grandes ídolos que ha tenido el fútbol uruguayo, celebrando junto a él una carrera llena de logros y emociones. Luis Suárez, el niño que llegó a ser leyenda, se retira de la Celeste, pero su legado vivirá para siempre en los corazones de todos los uruguayos.