La historia de Donald Trump y Melania comenzó en la glamorosa Semana de la Moda de Nueva York en 1998, donde se celebraba una fiesta organizada por el influyente Paolo Zampolli, dueño de ID Models. Entre las invitadas destacaban algunas de las modelos más reconocidas del momento, como Ana Hickmann y Cinthia Moura. Trump, en pleno proceso de divorcio con Marla Maples, no tardó en notar a Melania Knauss y de inmediato preguntó: “¿Quién es esa?”.
Aunque intentó obtener el teléfono de Melania, ella se resistió. En una entrevista para People, la exmodelo recordó el momento: “Me dijo que había enviado a su novia al baño para pedirme el número. Pensé ‘qué retorcido’. Le dije que no, que me diera el suyo”. Trump, siempre audaz, le dio todos sus números, incluyendo el de su domicilio. Días después, impresionada por su energía, Melania decidió llamarlo.
La primera cita fue en Moomba, un local de moda en Manhattan en los 90. “Recuerdo esa noche como si hubiera sido hace dos meses”, confesó Melania a Harper’s Bazaar. La conexión fue instantánea y así comenzó un noviazgo que culminaría en una boda fastuosa en 2005 en Palm Beach, Florida. La ceremonia reunió a figuras de la política y el espectáculo, entre ellas Bill y Hillary Clinton. Melania sorprendió a todos luciendo un vestido de John Galliano para Dior que costó más de 200.000 euros.