jueves 03 de julio del 2025
CELEBRIDADES 23-06-2025 14:10

“Fue muy cruel”: Sarah Jessica Parker y el dolor detrás de su icónico personaje

Aunque el mundo entero la aplaudía como la inolvidable Carrie Bradshaw, Sarah Jessica Parker atravesaba en silencio un vendaval de críticas que la marcaron para siempre.

En su más reciente entrevista en el podcast Call Her Daddy, la actriz neoyorquina se abrió como pocas veces lo ha hecho. Con voz firme pero con emoción contenida, confesó que lo más duro de interpretar a la célebre columnista de Sex and the City no fueron las largas jornadas de rodaje, ni los stilettos imposibles que calzaba con glamour por Manhattan, sino las palabras que llegaban desde afuera.

“Decían que era fea. Que era poco atractiva. Y no hablaban de mi trabajo… hablaban de mi cara, de mi cuerpo”, recordó con tristeza. “Hablaban de cosas que no podía ni quería cambiar, y que nunca había considerado cambiar”, agregó, evidenciando el impacto que esos comentarios tuvieron en su autoestima.

 

“Me dijeron que era fea. Que era poco atractiva. Y no hablaban de mi trabajo, hablaban de mi cara, de mi cuerpo”.

 

Hubo un episodio, en particular, que la quebró. “Una revista publicó algo espantoso sobre mí. Llamé a dos amigas y lloré. Fue la única vez que me permití hacerlo”, reveló. Sarah confiesa que siempre había sabido manejar las críticas, pero el tono personal que adoptaron con ella en aquella época fue devastador. “Lloré porque me pareció que tenía un propósito: lastimarme”, dijo.

Antes del boom mediático de la serie, Sarah Jessica había disfrutado de una carrera sólida, pero discreta. La fama explosiva de Sex and the City trajo consigo una exposición que no imaginaba. “No estaba preparada para que opinaran de mi vida personal. Fue una prueba brutal para mi seguridad”, remató.

Hoy, más de dos décadas después del estreno de la serie que redefinió el rol femenino en la televisión, Sarah Jessica Parker sigue siendo un ícono. Pero detrás de cada paso firme de Carrie Bradshaw, hubo una mujer real, sensible, y por momentos herida, que aprendió a pararse de nuevo… incluso con tacos de 12 centímetros.

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