El Festival de Cine de Venecia, en su 81ª edición, será recordado no solo por el talento que se celebró en la pantalla grande, sino también por el trágico momento que vivió Nicole Kidman. La actriz australiana, que había sido galardonada con la Copa Volpi a Mejor Actriz por su aclamada interpretación en Babygirl, tuvo que retirarse abruptamente del evento tras enterarse del fallecimiento de su madre, Janelle Ann Kidman.
Al aterrizar en Venecia, Kidman recibió la devastadora noticia. Visiblemente afectada, decidió marcharse inmediatamente para estar con su familia y no pudo asistir a la ceremonia de clausura, donde debía recibir su galardón. Fue la directora de la película, Halina Rejin, quien subió al escenario en su nombre y leyó un conmovedor comunicado que la actriz había dejado:
"Hoy llegué a Venecia para enterarme inmediatamente después de que mi maravillosa y valiente madre, Janelle Ann Kidman, acaba de fallecer. Estoy en shock, y tengo que ir con mi familia, pero este premio es para ella. Me ayudó y me hizo ser como soy y mi mayor gratitud es poder decir su nombre ante todos vosotros. Mi corazón está roto. Os quiero", expresó Kidman en su mensaje.
Este golpe emocional marca un momento especialmente difícil en la vida de la actriz, que mantenía una relación muy cercana con su madre. Janelle Ann, quien siempre apoyó la carrera de su hija, había batallado con problemas de salud, aunque Kidman había optado por mantener en privado los detalles.