Alfredo Etchegaray: "Era muy esperada la llegada de Juanita"

Es tal vez uno de los primeros uruguayos que entró en la categoría de “famoso”. Alfredo Etchegaray (65) en su rol de RR.PP durante muchos años fue el nombre y el rostro de las grandes fiestas, del entretenimiento y el glamour. Su vida cambió por completo el día que conoció a Claudia Echeverri (38), la mujer que lo convirtió en padre, primero con sus tres hijos, Santiago, Agustín y Nicolás, producto de su anterior matrimonio, y tiempo después, con la llegada de sus hijos de sangre, Alfredo (2) y Juana (2 meses). La diferencia de edad nunca fue un problema para la pareja, por el contrario, juntos formaron una familia ensamblada perfecta. Viven en una espectacular casa ecológica construida con las propias manos de Alfredo, y donde todos los integrantes del hogar ponen su granito de arena. Está ubica- da en una zona agreste de La Barra y cuenta con huertas, animales autóctonos y variedad de fauna. Fascinado con esta nueva etapa de su vida, Alfredo presentó en CARAS a Juanita, la más pequeña de la familia.

— ¿Cómo cambió la dinámica del hogar con la llegada de Juanita?

— Como ya lo imaginábamos, cambió la dinámica del hogar, ya que la llegada de la primera niña era muy esperada, en especial por la madre, que llegó a llorar al enterarse por la ginecóloga —que se equivocó— que era un quinto varón. Le pedí con la mente a quien tuviera más fuerza que nuestras terrenales habilidades, que cambiara la decisión de la naturaleza, que se equivocara la ginecóloga. Una semana, nos llamaron para informarnos que la doctora se había equivocado por primera vez, y que no era varón, era niña. Así como en el caso de Alfredito, me ocupé de estar en la sala de parto, tomarla al nacer y cortar el cordón, como les pedí a las parteras de la Asistencial Cantegril, que fueron sumamente amables en permitírmelo, porque es una emoción que no me podía perder.

— ¿Cómo la recibieron sus hermanos mayores, y en especial Alfredito?

— Usamos algunas estrategias de marketing. Cuando la trajimos del sanatorio, Juanita llegó a casa con regalos para su hermanito, y todo el tiempo mantuvimos el mismo afecto con Alfredito para que no se sintiera discriminado, porque nos habían advertido que podría tener celos, como pasa en otras familias. Por suerte, tanto los hermanos y Alfredito la cuidan muchísimo. Juanita se ríe todo el tiempo, aumenta de peso a gran velocidad, está sobrepasando los cinco kilos en dos meses. Ser la niña de la casa, sin lugar a dudas, la hace muy especial, además que es, desde mi punto de vista, una combinación perfecta, primero el varón y después la niña.

—¿Imaginó alguna vez que iba a ser padre y que formaría una familia numerosa?

— No imaginé pasar por esta vida y este mundo sin dejar la huella de ser padre. Tuve el gusto de criar a los tres varones, Santiago, Agustín y Nicolás Lanusse, que son como mis hijos, y ayudan en todas las ta- reas. Con mi pareja anterior no tuve suerte y no quiso hijos. Y en mi juventud, tenía las energías con- centradas en sueños y en el trabajo intenso. No se logran grandes éxitos si uno no se concentra con total pasión y dedicación a un proyecto. Con Claudia encontré una gran madre, con total dedicación a sus hijos y a la casa. No es muy entusiasta de las fiestas, pero eso para mí también es una compensación y un cable a tierra.

—¿Cómo ha sido su actividad laboral en pandemia?

Alfredo contó a CARAS que la llegada de Juana cambió la dinámica del hogar, y que para su esposa tener una niña tras 4 varones fue muy especial. Al igual que con Alfredito, cortó el cordón en el parto, y aseguró que es un momento único e inolvidable.

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