sábado 20 de abril del 2024
EXCLUSIVO CARAS 26-12-2021 11:00

Jean Paul Bondoux : "Con Silvia tenemos una conexión especial"

El reconocido chef, jurado del reality de canal 4, posó para CARAS. Galería de fotosGalería de fotos

El domingo 7 de noviembre, el reconocido chef francés, Jean Paul Bondoux (73), dueño del restaurante La Bourgogne en Punta del Este, y ahora también jurado de Bake Off Uruguay, celebró su cumpleaños rodeado de sus amigos y de uno de sus tres hijos, Clément (30), que es dueño del local de cerveza artesanal Boart. Jean Paul también es papá de Aurélien (35) y Amandine (28). Pero este no fue un festejo más, porque se sumó una invita- da muy especial: Silvia Paiva (42), una enfermera que se cruzó en su vida en el reality de canal 4, y que ni bien la vio, sintió algo muy especial por ella. Silvia fue una de las 14 participantes elegidas para competir por ser el mejor pastelero del Uruguay, y si bien fue eliminada, nadie le quita la experiencia maravillosa que vivió, sumado a que conoció a Jean Paul, con quien asegura, la relación se va fortaleciendo día a día. Como no podía ser de otra manera, Jean Paul supervisó todos los detalles de su celebración, y preparó el plato principal: Cous cous de cordero, un delicioso plato marroquí, y de postre, y con la ayuda de Silvia, prepararon su postre preferido: la Pavlova. “Estuve acompañado de amigos de toda la vida de Punta del Este, pero la invitada más importante fue Silvia, a quien quiero mucho. Les presenté a todos a Silvia, que para mí es una mujer excepcional con quien espero recorrer un gran camino juntos. Tenemos una conexión especial y llegó para cambiar mi vida. Creo que la relación va a ser un éxito”, cuenta radiante Jean Paul a CARAS. Por su parte, Silvia también se sintió muy a gusto. “Luego de ayudarlo con la preparación de la Pavlova, me fui para su casa, y él luego me pasó a buscar. Cuando llegamos, ya estaban varios amigos disfrutando en el patio, escuchando una banda de jazz, fue presentándome a cada uno de sus invitados, y al instante, estaba sentada compartiendo una hermosa velada y brindando por la vida”. La flamante pareja posó en exclusiva para CARAS y contó sobre su experiencia en Bake Off y la linda relación que están viviendo.

El reconocido chef, dueño del restaurante La Bourgogne, en Punta del Este, y ahora jurado del reality de canal 4, posó para CARAS el día de su cumpleaños junto a su nueva pareja, la ex participante de Bake Off, Silvia Paiva, y contó que es una mujer excepcional.

—Jean Paul, ¿por qué decidió venir a Uruguay? ¿Qué le gusta de este país?

—Yo vivía en el campo, luego me fui a vivir a París, vine a Uruguay por un proyecto de un restaurante sin saber dónde estaba ese país en el mapa. Fue un éxito inmediato, vine por una temporada y me quedé de por vida. Estoy convencido que en 30 años Uruguay será un centro mundial del equilibrio mental. Es un país divino para vivir.

—¿Cuál cree es la clave del éxito de La Bourgogne?

—Desde el primer día fue un éxito total, siempre lleno. La clave pasa por el amor y la pasión que tengo por la cocina. La clave fue ser un restaurante verdaderamente francés a 12 mil kilómetros de Francia. Fue todo una novedad en Punta del Este. Cuando hay amor y pasión en lo que hacés, siempre hay éxito.

Fotos: Pablo Kreimbuhl.

—¿Cómo ha sido la experiencia de Bake Off como jurado?

—Para mí fue una gran sorpresa. Fue un gran cambio en mi vida y estoy muy feliz por la aceptación del Uruguay, y ni qué hablar de que fue el lugar donde conocí a Silvia.

—Y en su caso Silvia, ¿por qué decidió presentarse? ¿Ya le gustaba la repostería?

—En cada encuentro familiar siempre era la que llevaba el postre. También recuerdo haber aprendido de chica con mi hermana mayor un postre que es muy clásico de la frontera que lleva galletita maría, crema de leche y leche condensada. Yo nací en Tacuarembó pero me crié en Rivera hasta los 18 años que me vine a Montevideo con una de mis hermanas. La enfermería es mi vocación y la pastelería es mi hobby, mi pasión, me transporta a otro mundo. Recuerdo ver a mi hermana mayor elaborar tartas y de ahí me nació empezar a investigar cómo hacer preparaciones dulces. A su vez, hice un curso en el ITHU, cursos cortos, además de buscar siempre en Google recetas nuevas.

—¿Le gustaban los realities de cocina?

—Siempre miraba Bake Off Reino Unido con mis hijas. Luego hubo en Brasil, Argentina, y siempre le decía a mis hijas que si acá se hacía un programa de repostería, me iba a presentar. Pasó un mes, y una de mis hermanas me avisa que en canal 4 iban a empezar las inscripciones para Bake Off Uruguay. De verlo siempre por la tele a estar en la carpa fue muy fuerte. Cuando me dije- ron que estaba confirmada, salté de alegría. Mi corazón empezó a latir a mil. Quedaron seleccionadas 50 personas de las 2 mil que se presentaron, y luego quedé entre los 14 participantes. Mis hijas todos los días me decían que iba a quedar. Lo disfruté y me encantó vivir la experiencia de haber cumplido un sueño.

—Hoy el romance entre ustedes es una realidad. ¿Quién dio el primer paso?

—Jean Paul: En el primer programa, cuando me cruzo con Silvia compitiendo, enseguida hubo un flash con ella. El primer paso lo di yo.

—Silvia: Al finalizar una de las prime- ras grabaciones, los participantes teníamos un espacio donde también estaba el jurado, me fui a preparar un café, y se me presenta Jean Paul. Me dice si conocía su restaurante La Bourgogne, le dije que no, y me invitó a ir con mis hijas. Me pareció una linda propuesta pero preferí ir tras quedar eliminada, para que no hubiera ningún problema por ser él jurado y yo participante.

Fotos: Pablo Kreimbuhl.

—¿Dónde fue la primera salida? ¿Qué pueden contar de ese día?

—JP: Después de quedar eliminada, la invité a conocer mi restaurante, y luego fuimos a un parador en José Ignacio. Hubo una conexión fuerte y pasamos maravilloso. Fue un día mágico. Y ahí diría yo que empezó nuestra relación. Hoy vivo por ella, pienso en ella y quiero seguir mi vida con ella, si es que ella también lo quiere. Le ofrezco mi amor, mi ayuda. Siento una gran pasión por Silvia porque es una gran mujer.

—S: Desde el primer encuentro hablamos mucho, nos contamos de nuestras vidas. Jean Paul es una persona muy interesante, me gustan las charlas que tenemos. Más allá que él viene de otro país y con otra cultura, siento que me enriquece mucho. Si fuera por Jean Paul, ya nos casaríamos (risas). Pero yo le digo que estamos en la etapa de conocernos y el amor va creciendo y fortaleciéndose día a día. Quizás el año que viene podemos vivir juntos, pero por ahora, vamos paso a paso. Él es muy impulsivo y yo soy más de pensar las cosas, más que nada por mis experiencias de vida.

—¿Qué es lo que más valoran del otro y qué les gusta compartir?

—JP: Valoro mucho su honestidad, es una gran mujer. El ser enfermera ya habla de una persona con vocación de servicio. Es muy dulce, escucha y no habla de más. Es muy inteligente, la respeto y la amo.

—S: Valoro su amor por la gastronomía, que a mí me pasa lo mismo con la repostería. Valoro el respeto que tiene hacia mí. Compartimos música y disfrutamos de la naturaleza.

—Jean Paul, ¿le enseña a Silvia a cocinar? ¿Le cocinó algo especial?

—JP: Sí, ya le cociné con mucho amor. Y por supuesto que en la repostería de la Bourgogne y con mi equipo puede aprender mucho. Le hice probar caviar y el primer caracol de su vida. Tiene muy buen paladar (risas).

—¿Les gustaría en un futuro trabajar juntos en gastronomía?

—JP: El amor se cultiva y creo que una pareja siempre tiene que tener proyectos en común, sino el amor no perdura. Creo que si hacemos un proyecto juntos puede ser un éxito. Mi nombre la ayuda a ella y, a su vez, ella es muy buena administradora y cuida la economía, a diferencia mía que hago todo por pasión y soy un mal administrador (risas). Así que puede ser un muy buen balance.

—Silvia, ¿qué dicen sus hijas y hermanos de esta relación?

—S: Para mis hijas Romina (21) y Giulietta (17) es un poco curioso verme con una persona un poco mayor. Por ahora no lo conocen personal- mente pero lo ven por la tele y yo les cuento sobre él. Y mis hermanos me dicen que si yo estoy feliz, ellos también lo están.

—Pese a que hace poco tiempo que están juntos, ¿qué diría que es lo más lindo de esta relación?

—JP: La conclusión es que el amor no tiene distancia, el amor es lo más lindo que podemos tener en la vida. El amor a una mujer, a un trabajo, a la vida. Si se tiene todo, es un gran equilibrio mental y no hay nada más que pedirle a la vida. Estoy muy feliz.

Fotos: Pablo Kreimbuhl. Texto: María Noel Álvarez. Agradecimientos: Peinado y manos: Peluquería Abril.

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