El merchandising se ha hecho con la moda, como hemos podido ver coniconos de la industria musicalcomoBeyoncé, Ariana Grande, Dua LipayRosalía. Ahora se cuela también en el espectro político, donde accesorios como la ya míticagorra de Donald Trump,que rezaMake America Great Again, dejan claro que la política americana ha encontrado en la moda a una aliada capaz de convertir a cada votante en una pancarta publicitaria. Según Brad Parscale, jefe de prensa de Donald Trump, lagorra MAGAlogro 45 millones de dólares de beneficios y fue más tarde reinterpretada por Public School con un mensaje totalmente opuesto al del presidente.
Este diseño pasó a formar parte de la exposición 'Power Mode: The Force of Fashion', del Fashion Institute of Technology, y la famosa gorra ha llegado a convertirse en un símbolo de poder, un concepto totalmente difuso. “Hablamos y escribimos sobre el poder en innumerables situaciones, y solemos saber lo que queremos decir… Sin embargo, no hay un acuerdo sobre cómo definirlo, cómo estudiarlo, si puede medirse y cómo hacerlo”, explica el sociólogo y teorista político Steven Lukes.
Alexandria Ocasio-Cortezcuenta con su propia línea de merchandising, que ha sido creada en su totalidad en América. Tazas, tote bags, sudaderas y camisetas forman parte de unas propuestas que los seguidores demócratas lucen con orgullo. Las polémicas políticas, a su vez, se convierten en el estampado perfecto de los nuevos diseños, que han encontrado en la moda el lugar perfecto para la sátira. En Etsy encontramos innumerables creaciones que se mofan de la ridícula cifra de impuestos que pagó Trump. En la carrera hacia la presidencia, su equipo ha lanzado un libro para colorear que para los opositores resulta jocoso, pero para sus seguidores ensalza al presidente y lo convierte en un héroe, pues aparece en su portada convertido en todo un Superman. Por su parte,Joe Bidenha lanzado ungel desinfectanteen el que expone su plan de salud.
Kanye West, a quienJennifer Anistonse ha esforzado en pedir a sus millones de seguidores que no le voten, cuenta con sus propias gorras que, más allá del universo político, resultan atractivas por formar parte desu negocio de moda, en el que encontrar un accesorio de menos de 50 euros parecía -hasta ahora- impensable. Ya hemos visto aKourtney Kardashianposar con la gorra, que sin duda veremos lucir a algunas influencers (esta semana ya hemos visto a varias recibir el accesorio). No hemos de olvidar que el propio rapero ha lucido la famosa gorra MAGA con orgullo.
En definitiva, mientras el mundo de la moda y las celebridades se esfuerzan porlanzar productos y mensajesque inviten al mundo a votar, la política, por su parte, hace lo propio para dejar claro que el merchandising es una poderosa arma para llegar a más gente. Aunque en ocasiones quien se haga con un producto lo haga en un alarde kitsch o jocoso, los beneficios -de hacerse la compra por una vía oficial- se destinarán a apoyar la campaña política del partido del diseño, por lo que quien sale ganando finalmente no es el humor, sino la política.
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