Angelina Jolie ha vuelto a deslumbrar al mundo en su esperada reaparición en el Festival de Venecia. La actriz, que no asistía a este prestigioso evento desde 2007, se convirtió en el centro de todas las miradas al presentar su papel más importante en años, interpretando a la icónica diva de la ópera María Callas en el biopic dirigido por Pablo Larraín.
Nadie puede negar que Jolie sigue siendo la reina indiscutible de la alfombra roja. Para esta ocasión tan especial, la actriz optó por un elegante vestido drapeado sin tirantes en color nude, diseñado a medida por Tamara Ralph. Este sofisticado look, que resaltó su esbelta figura, fue complementado con unas sandalias Sundance Plateau 130 de Aquazzura y una estola de pelo a juego. Como toque final, Angelina añadió un broche de oro en forma de flor con un diamante, de Cartier, que aportó un toque de glamour adicional a su ya impresionante atuendo.
Jolie también sorprendió con un cambio de look: se mostró rubia, con los labios rojos y un maquillaje sencillo, pero efectivo, que resaltó su belleza natural. Su presencia no solo marcó su regreso a Venecia, sino que también celebró su participación en un proyecto cinematográfico que promete ser uno de los más destacados de su carrera.
SIgue siendo la reina indiscutible de la alfombra roja.



