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No para de recibir medallas, está en un excelente momento deportivo que es consecuencia de una larga trayectoria repleta de aprendizajes. Deborah Rodríguez (28) tiene un pie en los Juegos Olímpicos de Tokio. A fines de mayo la atleta participó en el Campeonato Sudamericano disputado en Ecuador, y arrasó en los 800 metros llanos, logrando la medalla de oro. Días después, viajó a Suiza, donde volvió a destacarse en el World Continental Tour Bronze, superando su último tiempo y escalando en el ranking para los Juegos Olímpicos. Su participación será oficialmente comunicada el 29 de junio, pero es un hecho que estará presente. “Quiero disfrutarlo”, dice entusiasmada, demostrando madurez y seguridad.Deborah siempre se ha mostrado como una mujer decidida, con muchas ganas de destacarse. Es fanática de la moda, y es de las que logra crear tendencias. De un tiempo a esta parte fue mostrando una imagen cada vez más fuerte, segura de sí misma, y en ésta su cabello jugó un rol fundamental. Dispuesta a destacar su origen afro, decidió que su pelo no sería alisado nunca más, su mota cobró otro significado y pasó a ser un medio de reivindicación de la identidad afro.
—Su destacada participación en los últimos campeonatos arroja resultados que demuestran el trabajo que viene haciendo durante mucho tiempo. ¿Cómo vive este gran presente?
—Me siento muy feliz, fueron muchos años deseando estar y disfrutar de un momento así. Pasé por distintas situaciones que me dejaron un aprendizaje y me ayudaron a mejorar mucho, no solo a nivel deportivo sino también personal. En los Juegos Olímpicos me propuse disfrutar, ya que en las dos ediciones anteriores no lo viví así. Estoy feliz y disfrutando de esta pasión que es correr. Tengo la suerte de trabajar de lo que amo hacer.
—¿Cuál es su principal fortaleza?
—Mi principal fortaleza es haber vivido momentos muy difíciles. En algún momento fueron mi debilidad, pero gracias al trabajo que he hecho con José García, mi psicólogo, se vol- vieron mi fortaleza, mis ganas de ir para adelante. Hoy pienso en aquellos momentos y me lleno de energía para seguir trabajando. Aprendo de los errores y busco siempre mi mejor versión. Hay que naturalizar los erro- res como parte de la vida.
— ¿Y debilidades hay? —
—Las hay siempre. No hay personas sin debilidades, pero las veo como algo positivo porque son las que nos ayudan a superarnos y buscar nuestro potencial.
—¿Cómo vive esta posibilidad de participar en los Juegos Olímpicos de Tokio?
—Estoy pre confirmada, estamos muy bien en el ranking, por lo tanto es seguro que sí estaré en los Juegos Olímpicos. Voy a buscar la carrera de mi vida. Quiero disfrutar este sueño de estar en Tokio.
— Además de ser una gran atleta, es una mujer que le encanta la moda y su cabello siempre se renueva antes de una competición...
—Sí, me gusta cambiar, pero he decidido que los cambios no tienen que afectar la naturalidad de mi pelo. No lo voy a volver a alisar, apuesto a looks que se identifican con mi identidad, con mi raza. Me gustan las trenzas, el afro. Me gustan los cambios pero respeto mi origen. En Ginebra usé trenzas pero en el sudamericano usé mi pelo al natural, con mis motas.
—¿Le gustaría tener un proyecto de moda que lleve su impronta?
—¡Sí! Estoy en un proyecto junto a la marca Lolita. Me tiene muy feliz, me llena muchísimo trabajar en algo que me gusta y que no es en el ámbito deportivo sino de la moda. Me gusta mostrar a Deborah como mujer y no solo como deportista. Va a ser una colección con mi identidad.
Fotos: Nicolás Cuestas @the_sport_shots y Álbum personal Deborah Rodríguez. Texto: Victoria Rapetti
Foto: Nicolás Cuestas @the_sport_shots
