Artesia llega como un acto de rebeldía elegante. El proyecto, creado por Gina Vargas de Roemmers, se propone rescatar el alma de Latinoamérica a través de objetos únicos y hechos a mano por tribus indígenas. Cada pieza —una vasija, una cartera, un tejido— guarda una historia, una técnica ancestral y una identidad al borde del olvido.
Artesia es un homenaje vivo al legado de lo hecho a mano, la identidad y la memoria colectiva del continente.
En setiembre, Artesia abrirá sus puertas en Uruguay como el primer espacio de arte y filantropía enfocado en el legado artesanal indígena, reuniendo tesoros de Colombia, Perú, Bolivia, Argentina y más. Entre cafés colombianos y una curaduría exquisita, la propuesta invita a reconectar con lo auténtico: la belleza que no pasa por moldes, sino por manos.