Fue todo lo que soñó ser y mucho más. Fue bailarina clásica, una reconocida modelo en Uruguay y en el exterior por casi 30 años, conductora de TV y actriz. No se arrepiente de nada de lo que vivió. Por el contrario, agradece cada éxito y fracaso porque asegura, que cada uno de ellos, la hizo crecer como persona y convertirla en la mujer que es hoy. Eunice Castro confiesa sentirse en paz consigo misma, y lejos de la imagen glamorosa que muchos pueden tener de ella, se define como una mujer sencilla, humilde, auténtica y agradecida por las oportunidades que le regaló la vida, entre ellas, la vuelta en el 2022 a la televisión en un programa tan popular como “Masterchef Celebrity”, en canal 10. Hoy, a sus 50 años, dice sentirse más segura y tener claro lo que quiere para su vida. No descarta volver a enamorarse y encontrar una persona con quien pueda mostrarse tal cual es. Desde la suite presidencial del hotel Radisson, Eunice desplegó toda su sensualidad y aseguró que jamás la obsesionó la imagen, y que siempre buscó potenciar su estilo personal.
—¿Cómo vive la llegada de los 50 años?
—Lo tomo como un proceso que viví estos últimos años, y al mirar hacia atrás, me siento satisfecha con todo lo vivido, más segura y decidida, sin perder mi alma de niña. Siempre pensé que sabía lo que quería y a dónde quería llegar, pero creo que realmente ahora lo siento. De ahora en más, estoy segura que todo lo que venga, es para avanzar en mi vida. Obviamente que a las mujeres nos pesa la edad porque estamos más exigidas, y a su vez, mi profesión también te exige mucho con la imagen, pero jamás lo viví como una presión. Soy una agradecida y una enamorada de mi profesión, trabajé casi 30 años como modelo, y si bien está asociada a la frivolidad, para mí es puro amor y arte.
—¿Se imaginaba de chica todo lo que vivió en estos años?
—No, para nada. Pero siento que siempre quise estar en un escenario, una pasarela, un estudio de TV o de fotografía. Siempre sentí que eso era parte de mi vida. A los 6 años le pedí a mi mamá que quería ser bailarina, y como no podía entrar a la Escuela Nacional de Danza, me llevó a estudiar declamación.
—Se siente orgullosa entonces de todo lo que logró a nivel laboral…
—Sí, me siento orgullosa y siento que es un regalo de la vida. Creo que es clave ponerle amor, talento, disciplina y dedicación a cada cosa que hacés. No a todos nos pasa o logramos lo que queremos. Hay una cuestión de suerte, de oportunidades, y yo soy una agradecida en ese sentido.
—Si hiciera un balance, ¿hay algo de su vida que cambiaría o siente que cada experiencia buena o mala la convirtió en la mujer que es hoy?
—Estos últimos años que hice un paráte en mi carrera y mi vida, traté de analizar y buscar quién era, qué quería y cuál era mi misión. Traté de analizar qué cosas me marcaron y a dónde me llevaron esas situaciones. Pero nunca para victimizarme, sino para entender por qué me pasaron y utilizarlas para crecer como persona. Pero no me arrepiento de nada de lo que viví. Hoy siento que puedo elegir lo que quiero y a quién quiero tener a mi lado. Quiero reírme a carcajadas con mis amigos y disfrutar a mi familia abriendo mi alma con ellos.
—Si tuviera que rescatar un momento de estos 50 años que la hizo sentirse feliz, plena, ¿cuál diría?
—Son varios. Cuando egresé de la Escuela Nacional de Danza para mí fue un gran logro, porque yo amaba llegar a ser bailarina clásica. Desfilar en Uruguay para los grandes diseñadores y en Europa, fueron momentos únicos. Hacer teatro en Uruguay y Argentina. Ni qué hablar la infinidad de momentos hermosos compartidos con mi familia.
—Volver a la TV en este momento, en un programa tan popular, y siendo un desafío nuevo, ¿lo siente como una revalorización y reconocimiento a su trayectoria?
—Sí, cuando recibí la llamada de Analía, una de las productoras de Masterchef, me sorprendió muchísimo. Nunca me imaginé que me iban a llamar. Fue una gran sorpresa. Al principio me dio miedo, pero sentí justamente valoración, y para mí fue reencontrarme con mi esencia y con lo que soy. Después de haber estado tantos años fuera de los medios (se quiebra y se emociona) pensé que no iba a volver más. Pero no lloro de tristeza, lloro de emoción. En este momento de mi vida valoro otras cosas, y aposté a estar bien yo. Busqué trabajar de otras cosas, y lo hice con felicidad, porque lo que me hacía bien era estar tranquila y bien conmigo misma. Pero cuando buscaba trabajo de otras cosas, a veces la gente me decía que quizás no era la persona para ese lugar, pero eso es porque no te conocen bien, porque solo tienen la imagen de que sos “la de la televisión”, o porque te ven siempre producida o asociada a cierto glamour que, si bien es parte de mi profesión, no soy solo eso. Yo vengo de una familia humilde, de gente trabajadora. Mi profesión me dio otro nivel que yo simplemente lo vivía como parte de mi trabajo. Pero eso a veces te juega en contra, porque las personas te ven diferente, pero yo jamás cambié mi esencia, ni quién soy, ni de dónde vengo. Estoy muy feliz y agradecida por esta oportunidad que me da canal 10, y si bien cocino muy poco, es un gran desafío volver a la TV. El estar cocinando me hizo poner el foco en concentrarme, aprender, mejorar y olvidarme de estar pendiente de mi imagen.
—¿Le preocupa el paso del tiempo? ¿Cómo se cuida?
—Me cuido naturalmente y trato de comer sano. Me quiero ver bien como cualquier mujer, pero si bien trabajé en el mundo del modelaje, yo me enamoré de la profesión pero jamás me obsesioné con mi imagen ni con alcanzar los estándares de belleza. Siempre intenté potenciar mi estilo sin buscar parecerme a otra modelo. Creo que cada uno tiene que buscar su camino sin querer ser otra persona que no sos.
—De hecho, jamás se operó, lo cual habla de querer y aceptar su cuerpo tal cual es…
—No me operé las lolas, nunca tuve mucha cintura, tengo una espalda muy grande, es decir, tenía claro que había cosas que iba a poder hacer dentro de mi profesión, y otras no. En esta profesión hay desilusiones y no siempre sos la “elegida”, y eso siempre lo tuve claro. Oscar Álvarez siempre me decía que era su musa porque en mí se mezclaba el diseño con el arte. Cada uno tiene que lograr potenciar lo más lindo que tenga o que sepa hacer para sentirse satisfecho con su trabajo, siempre intentando llegar a ser el mejor en lo suyo.
—¿Cómo se siente con el tema de su nariz? ¿Logró aceptar su nueva imagen?
—Esto comenzó hace 7 años, fue un paráte que me hizo la vida, y lo primero fue poder aceptarlo. No es fácil pero siempre aprendí a seguir adelante. Me daba cuenta que muchas personas no sabían cómo mirarme para no incomodarme. Entonces quise demostrarme a mí misma y a la gente que podía seguir trabajando, tomé fuerzas, y fui de a poco retomando algunas cosas.
—¿Le gustaría estar en pareja?
—Sí. Mis padres me enseñaron que existe el amor pero también el compromiso. En todas las parejas hay altibajos, pero pese a ello, continuar eligiéndose, es hermoso. ¡Y qué difícil es encontrar eso ahora! Me gustaría estar en pareja, elegirnos con nuestras virtudes y defectos, y con las ganas de seguir creciendo juntos, unidos y formando una familia. Creo que si bien es difícil de encontrar, nunca es tarde para lograrlo.
—¿Qué busca hoy en un hombre?
—A esta edad busco un compañero de vida y alguien con quien pueda ser yo misma. Además, no concibo estar en pareja sin estar enamorada, de lo contrario, prefiero estar sola.
—Hoy da charlas en donde se muestra tal cual es, dejando a la vista también sus debilidades sin ningún pudor…
—Esas charlas se dieron naturalmente y las doy desde un lugar muy humilde, en donde yo también aprendo de otras mujeres. No hay nada más importante que saber escuchar porque eso te da sabiduría, conocimientos. Cuento sobre mi niñez, mi carrera, mis parejas, y busco la interacción con otras mujeres para enriquecerme.
—¿El tema de la maternidad es un tema cerrado en su vida?
—No, si bien no se me dio, dejo que la vida me sorprenda y estoy abierta a otras opciones. Me da miedo, incertidumbre, me gustaría que fuera acompañada, pero las mujeres podemos ser madres de diferentes formas.
—¿Hoy ya no busca la aprobación de la gente?
—Aprendí a decir sí cuando quiero, y a decir no cuando no quiero. Uno a veces quiere agradar a todo el mundo, pero ahora eso ya no me preocupa, siento que estoy más relajada y en paz conmigo misma.
—A usted le gusta mucho el tema “A mi manera”. ¿Siente que todo lo que vivió en su vida fue tal como dice esa canción?
—Totalmente. Todos tenemos éxitos y fracasos, equivocaciones y aciertos, pero así soy, siempre fui genuina, fiel a mí misma y no quiero que nadie me quite lo que viví.
Fotos: Pablo Kreimbuhl. Texto: María Noel Álvarez. Agradecimientos: Hotel Radisson Victoria Plaza. Estilismo, peinado y make up: Jorge Cruz. Ropa: Gladys T, La diabla design y Lita Silveira.