martes 08 de octubre del 2024
EXCLUSIVO CARAS 22-07-2022 12:27

"Me quiero casar con una uruguaya"

Gastón "Tonga" Reyno se confiesa en CARAS

Alejandra Volpi.

Volvió al equipo de los solteros después de haber estado en pareja durante un año y medio con una modelo puertorriqueña en Miami, donde reside en la actualidad. “Nunca me había enamorado así, pero es una etapa terminada, yo quiero formar una familia con una uruguaya”, confiesa Gastón “Tonga” Reyno a CARAS, en una breve visita a su país natal. El 14 de febrero de 2020, el luchador de MMA fue invitado a un programa especial por el Día de San Valentín en Unimás, un canal satélite de Univisión, donde trabajaba como comentarista en las transmisiones de peleas (hoy lo hace por ESPN). Fue ahí donde conoció a una despampanante morocha llamada Lety Pérez Rivera y se enamoró perdidamente. A los pocos meses, decidieron convivir y hasta viajaron varias veces a San Juan de Puerto Rico, donde “Tonga” conoció a la familia de quien pronto se convertiría en su prometida (un paso más en el compromiso que propuso la modelo). Sin embargo, las diferencias culturales entre ambos les jugaron una mala pasada, y él decidió terminar la relación. “Aprendí mucho y sé lo que quiero, creo que la diferencia cultural al principio fue algo divertido pero entendí que no es algo bueno para embarcarse en otros proyectos. Tengo los mejores sentimientos hacia ella, pero íbamos por rumbos diferentes”, explica.

   —¿Qué le dejó de bueno esa relación?

   —La sorpresa, porque yo no quería ir a ese programa de televisión y, sin embargo, me enamoré. Me empapé de las costumbres puertorriqueñas, me quedó el gusto por la comida de ese país como las alcapurrias, y ojalá me haya quedado algo de lo divertidos que son. Yo soy mucho más aburrido y monotemático y ella es más alocada. Creo que le contagié ser más responsable y racional y ella me llevó a ser más emocional.

   —¿Por qué decidió separarse?

   —Disfruté muchísimo, no me arrepiento de nada, pero no era la mujer para compartir el resto de mi vida. Yo viajo mucho y me enfoco en mi carrera. Éramos dos personas en una ciudad nueva para ambos. Lo tomo como una pelea, intenté, di el máximo y me entró una patada en la cabeza, perdí, me levanté y de vuelta para adelante. 

Gastón

   —¿Fue la primera vez que se enamoró?

   — Sí, creo que sí, al menos nunca me había enamorado así. Ni parecido. 

   —¿Cómo fue el tiempo de convivencia?

   —Se mudó conmigo al mes de conocernos. Mi departamento en Miami fue pensado para una sola persona, pero llegó ella y lo iluminó. Ahora va a estar un poco en silencio. Pero estoy bien, guardo los mejores recuerdos.

   —Dice que las diferencias culturales lo alejaron, ¿a qué se refiere específicamente?

   —A nuestros valores. Yo no digo que los uruguayos seamos mejores pero sí diferentes, le damos importancia a otras cosas. Para mí es fundamental que la persona que va a caminar conmigo el resto de mi vida, que va a tirar del carro conmigo, comparta los mismos valores. Los uruguayos somos humildes, sencillos, solidarios, nos importa lo que realmente es valioso como la familia, los amigos, los seres queridos, no el qué dirán ni el lucir de tal o cual manera. Yo no voy a cambiar mi forma de ser y tampoco pretendo que nadie cambie por mí. 

   —¿Y ahora quiere estar un tiempo solo?

   —No le pongo mucha cabeza, no lo pienso. No voy a buscar nada, si aparece algo, que me sorprenda. Mi sueño es formar una familia, solo no puedo, aunque en realidad ahora sí se puede, pero quiero hacerlo acompañado de alguien. 

   —¿Qué le atrae hoy de una mujer?

   —Que sea buena gente, simpática, trabajadora, emprendedora, buena compañera. Lo físico para mí no es lo más importante.

   —¿Se mudaría a Uruguay?

   —Yo siempre dije que quiero formar una familia en Uruguay porque no me veía viviendo en Estados Unidos, pero ahora que estoy en Miami me gusta, porque todos hablan español y hay acceso a nuestra cultura, restaurantes, panaderías, antes cuando venía me desesperaba por comer empanadas y milanesas, ahora tengo todo allá. Seguiría en Miami por mucho tiempo más pero sé que mi familia la voy a formar en Uruguay. Y quiero que mi hijo vaya a jugar al baby fútbol y sea hincha de Goes, quiero disfrutar de mi familia y de mis amigos de toda la vida, los de verdad, los que están en las buenas y en las malas, esos a los que no les importa si gano, pierdo o empato. 

   —¿Cómo piensa que conocerá a la indicada?

   —Ni idea, no soy mucho de salir y en mi trabajo casi no tengo contacto con mujeres. Por redes sociales menos, soy más aburrido y sencillo. A veces pasa que la correcta es la persona que menos te imaginás. Quiero formar una familia como la que tienen mis papás que están casados hace 42 años. Mis papás son bien compañeros, ambos atravesaron sus buenos y malos momentos profesionales, siempre se apoyaron y criaron a sus hijos con los mismos valores que tienen ellos. 

   —¿Estaban ilusionados con su noviazgo?

   —Mis padres y mi hermana estaban emocionados cuando les dije que tenía pareja porque saben lo enfocado que soy con mi carrera, pero nunca llegaron a conocerla por la pandemia. 

   —¿Cuántos hijos le gustaría tener? 

   —No tengo idea. Dos, o los que vengan. 

   —Si en el futuro uno de sus hijos le dijera que quiere ser luchador, ¿qué le diría?

   —Que sea lo que quiera ser, le explicaría todo por lo que tiene que pasar y lo apoyaría. Hay una frase en la película “El secreto de sus ojos” que dice que uno puede cambiar de casa, de ciudad, de novia, de familia, de religión, pero nunca de pasión. Mis papás no querían que yo peleara. Y aquí estoy.

Gastón

 

En lo laboral, hace dos meses se estrenó la película “Tonga, el 34 Oriental”, dirigida por Carlos Conti, una narración que plasma más la parte humana que deportiva de Reyno. “Me considero un buen tipo y no me da vergüenza decirlo, soy muy amigo de mis amigos, soy buen hijo, buen hermano y eso es lo que remarca la película así que estoy agradecido”, dice. Antes viajaba cinco veces al año a Uruguay pero ya no puede hacerlo con tanta frecuencia porque todos los fines de semana trabaja como comentarista en las peleas de MMA que transmite ESPN. A veces cuando está sentado cerca de la jaula les dice a sus compañeros de programa que no hay ningún otro lugar en el mundo donde le gustaría más estar que ahí. O en todo caso, sólo lo cambiaría por volver a pelear, algo que debió posponer porque se lesionó el ligamento cruzado y los meniscos de una rodilla y debió someterse a una importante cirugía. Cuando viene a Montevideo se queda en la casa de sus padres y su cuarto está intacto. De hecho, bromea diciendo que “si lo mirás parece que estuviera muerto porque es un museo”. Allí su mamá, Zully, guarda todos los tesoros: shorts, guantes, premios y hasta las credenciales de los eventos que le ha tocado cubrir. Asegura que aunque le trae perfumes y ropa de regalo, ella solo se emociona con estos recuerdos. 

 

Fotos: Pablo Kreimbuhl. Texto: Alejandra Volpi. Agradecimientos: Hotel Ibis Montevideo Rambla.

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