Tiene 22 años, más de 30 mil seguidores en el Instagram, y una frescura y belleza que cautivan.
Si bien es la hija del querido ex futbolista Sebastián “Loco” Abreu, Valentina prefiere hacer su propio camino y prescindir de la ayuda que pueda darle su apellido. La joven, que es licenciada en comunicación, asegura ser futbolera y muy familiera. Ella sabe que no hay mejor tiempo que aquel que se comparte con sus afectos, y en ellos se apoya y refugia. De novia con Martín Fernández, actual futbolista de Boston River, confiesa que son súper compañeros y sueña con ser mamá joven. En su primera producción para CARAS, Valentina dejó en claro que es una mujer que sabe lo que quiere, y que con esfuerzo y sacrificio, se pueden alcanzar todos los sueños.
—Tiene más de 30 mil seguidores en redes y varias marcas apuestan a su imagen. ¿Fue algo buscado o se fue dando?
—Fue algo que se fue dando, pero claramente más de la mitad son por el apellido. Soy de mostrar mi día a día, lo que hago, lo que me pongo, dejo que fluya naturalmente y no es algo que tenga planeado. Subo contenidos cuando tengo ganas. Hoy es más como un hobby, si en un futuro decido dedicarme 100% a eso como trabajo, sé que va a llevar más planificación y dedicación.
—Es además licenciada en Comunicación. ¿Es cierto que quería hacer periodismo deportivo pero luego lo desestimó por su apellido? ¿Ser “la hija de” le ha abierto más puertas o la ha complicado?
—Es cierto. Empecé la licenciatura en comunicación queriendo ser periodista deportiva, porque me encanta el fútbol y siempre sentí que tenía un perfil de comunicadora. En mi segundo año de facultad, me lo replanteé por el apellido y porque siempre me pesó bastante el qué dirán, así que decidí no exponerme tanto. Y si bien mi apellido me ha abierto puertas, siempre que puedo, prefiero hacer las cosas por mis medios y prescindir de esa ayuda.
—Hoy trabaja en comunicación del equipo de fútbol Montevideo City Torque. ¿Le gusta desarrollarse en esta área de la comunicación?
—Sí, estoy en el área de comunicación y marketing desde hace casi dos años. Mi idea al recibirme era desarrollarme en la parte organizacional interna de una empresa, y si bien el rol que tengo actualmente no está directamente relacionado con eso, me sirve para aprender y ganar experiencia profesional. Además tengo un muy buen grupo de trabajo.
—Con su papá hicieron una campaña por el día del padre con Renner. ¿Les gustaría trabajar juntos por ejemplo en algún programa de TV o en otro proyecto?
—Nunca me lo había planteado hasta este momento. Capaz pensar en un programa de TV es un montón, pero otros proyectos, ¿por qué no? Nos divertimos mucho cuando hemos hecho acciones juntos.
—Está de novia con un futbolista hace un año y medio. ¿Cómo lo conoció y qué valora de la relación?
—Sí, lo conocí por amigos en común y empezamos a hablar por las redes. Lo que más valoro es el compañerismo, siempre nos seguimos y acompañamos el uno al otro, algo que a su vez siempre admiré de mis padres. Es una relación sana, que me enseñó y me enseña mucho.
—¿Es una futbolera fanática?
—Soy futbolera. El fanatismo lo fui perdiendo, hasta hace unos años sí lo era, pero hoy en día me considero fanática únicamente cuando voy a ver a mi hermano o a mi novio.
—¿Cómo se lleva su novio con su papá?
—Se llevan muy bien. Mi padre tiene su forma de ser y por más que mi novio sea tímido, no se salva de las bromas. Además, comparten charlas de fútbol y, de vez en cuando, también lo aconseja (risas).
—¿Se iría a vivir al exterior?
—El día que elegí mi carrera, la elegí porque no era una carrera que se podía ejercer solo en Uruguay. Siempre supe que no quería vivir toda mi vida acá. Antes, decía que una vez que me recibiera me iba a ir a vivir afuera. El año que me tocaba recibirme me ennovié y por eso estoy acá. Pero si el día de mañana existiera la posibilidad de irse, no lo dudaría.
—Quienes la conocen saben que es muy familiera. ¿Qué valores de sus padres la marcaron más?
—Mis padres siempre nos enseñaron a ser muy unidos y el compañerismo es algo que los destaca como pareja y que nos destaca como familia. Por un lado, nos inculcaron los valores para la vida tales como el respeto, la humildad y la gratitud. Y para el estudio y el ámbito profesional, nos inculcaron el valor del sacrificio y la dedicación. Mi padre fue un dedicado a su carrera toda la vida, y mamá decidió estudiar y recibirse a los 40 años, con 4 hijos, con el sacrificio que eso implica. Nos inculcaron valores siempre desde el ejemplo y creo que es la mejor forma de hacerlo.
—Algo gracioso es que tiene un perro cuyo nombre está vinculado a la camiseta que vestía su padre…
—Sí, fue un regalo sorpresa de mi novio. En mi casa todos queríamos un perro menos mi madre. Pero mi novio, a fines del año pasado, logró convencerla y me lo regaló. Ahora mamá lo ama y hasta lo malcría. El nombre se lo eligió él, con ayuda de mis amigas, y cuando me lo entregaron ya se llamaba “Trece”, como no podía ser de otra manera (risas).
—Su mamá la tuvo a los 20 años. ¿A usted le gustaría ser mamá joven también?
—Siempre me gustó la relación cercana que tengo con mis padres, mamá tenía 20 y papá 23 cuando me tuvieron. De chica decía que quería ser madre joven como mamá, si bien ella me aconsejaba esperar a ser más grande y más madura. Hoy, con 22 años, le doy la razón, y no me veo con un hijo. Así que pienso postergarlo para dentro de un par de añitos, pero tampoco muchos (risas).
—¿Cómo se vive en la Familia Abreu la llegada del Mundial?
—El único que va a viajar es papá porque va a trabajar de comentarista. Los varones están copados, deseando que llegue el día, a mí me divierte y mamá no es mucho del fútbol, pero siempre se palpita y se vive con una emoción muy especial.
Fotos: Pablo Kreimbuhl. Estilismo: Natalie Hazan y Jorge Cruz. Ropa: Renner. Peinado y Make up: Jorge Cruz.