Al llegar la hora acordada para la entrevista, es un verdadero placer verla embarazada. Alana Ley (38) es una mujer cuya historia irradia una serenidad palpable, una paz que solo puede surgir de la más profunda transformación interior. Con una sonrisa dulce y unos ojos que reflejan un universo de emociones, la DJ nos invita a adentrarnos en su mundo, marcado por el amor, la pérdida y la esperanza. A medida que sus palabras fluyen con gracia y sinceridad, es imposible no sentirse conmovido por la historia que desea compartir con CARAS. Hace dos años enfrentó el duelo más doloroso de su vida: la partida de su bebé durante el parto. Hoy, como una señal divina, espera un nuevo milagro: su hija, a quien llamará Aurora y que nacerá casi en la misma fecha que su primer hijo, Santino. Para Alana, esto no es una casualidad, sino una señal de renovación, como lo indica el nombre que ha elegido, "un nuevo comienzo”.
—¿Cómo recibieron la noticia del embarazo?
—Después del duelo por Santino, esperamos un año antes de pensar en buscar nuevamente. Pasaron unos meses sin éxito, lo que me generaba mucha angustia. Consulté con mi ginecóloga y, tras realizar estudios que resultaron perfectos, me recomendó relajarme y disfrutar. Entonces decidí explorar terapias alternativas más espirituales, como abrir los registros akáshicos y las constelaciones, y también la sanación de útero. A las dos semanas, quedé embarazada. La reflexión que hago es que a veces es necesario dejar de pensar tanto y sentir más, estar tranquilos y conectados con uno mismo y con la pareja.
—¿Cómo surge la historia de amor con Maxi Franchi?
—Nos conocimos durante la pandemia, a través de amigos en común. En ese momento, él vivía en Costa Rica debido a su pasión por el surf, pero regresó a Uruguay por la falta de trabajo causada por la pandemia. Coincidimos en una reunión y fue amor a primera vista.
“La pérdida de Santino nos unió mucho con Maxi. Estuvimos juntos en el peor momento de nuestras vidas, y a pesar de todo, nos seguimos eligiendo”.
—¿Cómo ha llevado el embarazo y el trabajo como DJ?
—Me he sentido muy bien, con mucha energía, y no he dejado de trabajar. Estoy muy tranquila.
—Su trabajo la conecta profundamente con la música. ¿Ha sentido alguna vez alguna reacción de Aurora al ritmo?
—Sí, me pasa todo el tiempo. Cuando estoy tocando, siento que me da pataditas al ritmo de la música. La música me acompaña todo el día y ella reacciona.
—Aurora elige llegar al mundo en la misma fecha que Santino. ¿Cree que es una señal?
—La fecha de parto de Aurora es el 6 de junio de 2024, mientras que Santino nació el 3 de junio de 2022. No creo en las casualidades, me siento muy conectada con Santino desde otro plano. He trabajado mucho en mi espiritualidad y eso me ha ayudado mucho a salir adelante. Lo que vivimos fue muy intenso.
Alana cuenta que Aurora tiene fecha para nacer el próximo 6 de junio y que su hijo Santino había nacido un 3 de junio. Dice que no cree en las casualidades y que sin dudas esto es una señal de renovación. No en vano, eligió el nombre de su hija que significa “un nuevo comienzo”.
—¿Cómo logró sanar un dolor tan grande?
—Es un dolor que nos acompañará toda la vida, pero decidí recordarlo con alegría porque fue el momento en que lo conocí y lo vi. Para mí, él es un ser elevado que me acompaña. En el momento del parto, quise conocerlo, y mi instinto maternal me permitió despedirme de él. Me ayudó mucho tener un recuerdo de él. Fue un proceso largo de sanación. Hice terapia casi inmediatamente y el grupo de madres llamado "En tu Nombre", formado por mujeres que pasaron por situaciones similares, me ayudó mucho. Me ha hecho bien contarlo.
—¿Qué sucedió durante el parto de Santino?
—El embarazo de Santino transcurrió bien, era un bebé sano. Sin embargo, hubo complicaciones durante el parto. A pesar de que yo sentía que quería una cesárea, fue un parto natural. Fue doloroso para todos y nos fuimos del sanatorio con las manos vacías. Posiblemente sea lo más fuerte que voy a vivir en la vida. Conozco el dolor por la pérdida de un ser querido, como la de mi padre, pero el fallecimiento de un hijo nunca se espera. Lo que quiero transmitir a las madres y padres que han pasado por esto es que hablen, que suelten. Hablar ayuda. Además es bueno recordar que no hay que perder las esperanzas. Hay que vivir la vida con lo que nos toca.
—Como pareja, ¿cómo lo han llevado?
—Nos unió mucho. Nos acompañamos, compartimos el dolor y nos dimos ánimo. Nos dimos cuenta que estuvimos juntos en el peor momento de nuestras vidas, nos vimos de la forma más vulnerable posible y que, a pesar de todo, nos seguimos eligiendo. Santino nos dejó mucho más que ese paso por el mundo, nos marcó a los dos. Me dejó un mensaje y una experiencia hermosa.
—¿Sueña con la llegada de Aurora?
—¡Claro que sí! Después de un duelo perinatal, se pierde un poco la inocencia y se cuida mucho. Por eso decidí contar que estábamos esperando un bebé hasta llegar al sexto mes. Después de mi experiencia, decidí que mi hija nazca por cesárea para estar más tranquila. Es la mejor forma de respetar mi decisión como madre, algo que es fundamental. Fue difícil no enojarse, pero el equipo médico hizo todo para que saliera bien. Un parto es algo complejo y estuvieron todos shockeados con lo que pasó. Las cosas a veces suceden y no siempre las podemos controlar. Elijo confiar en mi equipo médico y darnos otra oportunidad.
Fotos: Pablo Kreimbuhl. Texto: Victoria Rapetti. Agradecimientos: Petra;
Enjoy Punta del Este.