viernes 03 de mayo del 2024
NUEVA EDICIóN 01-09-2023 11:24

Andrés Papaleo: "Esta obra fue sanadora para mí"

La obra de teatro “Hay un león afuera” que narra la enfermedad de salud mental que vivió su mamá, fue un éxito y trascendió el escenario.

Jamás imaginó que la enfermedad que padecía su mamá iba a ser su gran inspiración para crear una hermosa y sensible pieza teatral. “Hay un león afuera”, no solo le valió a Andrés Papaleo ganar el Premio Nacional de Literatura en el 2017 y el Premio Florencio a Mejor Texto de Autor Nacional en el 2022, sino que logró quizás lo más importante, ayudarlo a sanar el dolor, según sus propias palabras. Pese a muchos “no” que se le pusieron en el camino, y sin ningún apoyo, Andrés logró estrenar en el 2022 esta obra que fue vista por 3500 espectadores, con 24 funciones agotadas, y que en octubre se podrá disfrutar en el Teatro Alianza. Pero esto no termina acá. La obra, que trata sobre la salud mental, trascendió el escenario, y Andrés sumó conversatorios para reflexionar sobre este tema, trabajó también para que la obra fuera inclusiva, además de estar dictando un taller de teatro para personas con y sin discapacidad con gran aceptación de la gente. “Es increíble, pero en todo esto que estoy viviendo, siento que mi madre está súper presente y eso me emociona muchísimo”.

   —¿Cómo fue el proceso de decidir hacer una obra sobre la enfermedad de su mamá?

   —Mi mamá empezó con los síntomas a fines del 2015, principios del 2016, pero no sabíamos lo que tenía. La empezaron tratando como depresión y luego dijeron que era una demencia frontotemporal. Ahí empecé a escribir las cosas que me pasaban, como una especie de catarsis. Y empezaron a pasar escenas que eran tragicómicas. Mi mamá siempre tuvo mucho sentido del humor y eso nunca lo perdió durante todo el proceso de su enfermedad. Y llegaba a mi casa y escribía lo que recordaba de esa escena en esa especie de diario catártico. Un amigo me dijo un día en qué andaba, le mostré lo que había escrito y me dijo que tenía que hacer algo con ese material. Vi la convocatoria del Premio Nacional de Literatura y me presenté. Pasaron meses, a mi mamá la internan en el CTI por una complicación, y en ese momento me llaman para decirme que había ganado el premio de Literatura. Fue una combinación de emociones que nunca había sentido. Por un lado, la alegría por el homenaje, y a la vez, la angustia de que mi mamá estuviera en el CTI. 

ANDRES PAPALEO LLEVO AL TEATRO LA TEMATICA DE LA SALUD MENTAL

“Siento que mi mamá está súper presente y que si hubiera visto la obra le habría gustado y habría quedado feliz”

ANDRES PAPALEO LLEVO AL TEATRO LA TEMATICA DE LA SALUD MENTAL

   —¿Ella llegó a enterarse de que se había presentado al premio y que lo había ganado?

   —Cuando me dieron el premio, al terminar, fui hasta el hospital con mi familia y se lo conté. Ella estaba internada y no sé si lo habrá entendido, pero fue muy lindo compartirlo. 

   —Tengo entendido que el camino para llegar a estrenar la obra de teatro no fue sencillo…

   —Así es. Me presenté a varios fondos, no ganamos ninguno, y hasta me replantée si hacerla porque eran todos “no”. Mi pareja me impulsó para que la hiciera no importa cómo, seguí su consejo, y me empecé a rodear de otras personas sumado a que los actores fueron fundamentales para hacerla porque se hizo totalmente independiente, sin ningún apoyo. Solamente nos apoyó el SODRE y la Secretaría de la Discapacidad de la intendencia de Montevideo cuando decidimos hacerla inclusiva e incorporar lengua de señas. Gracias a la buena voluntad de mucha gente, finalmente se estrenó en el 2022.

   —¿Qué sintió el día del estreno al exponer su historia familiar?

   —La obra tiene 99% de realidad, más allá de la teatralización. La gente de comunicación me decía que era importante poder decir que era autobiográfico, lo consulté con mi padre y mi hermana y estuvieron de acuerdo. Cuando vieron el ensayo lo vivieron con alegría y eso me gustó. El día del estreno, recuerdo que terminé en el piso llorando, como una especie de catarsis. Y este año en el ensayo general me pasó lo mismo. En las demás funciones obvio que me emociono pero las disfruto y las vivo con mucha alegría. Si bien no lo hice conscientemente, creo que es sanador para mí y mi familia haber hecho esta obra. 

   —Imagino además que es un lindo homenaje para su madre, además de hablar de un tema tan necesario que logra empatizar con el espectador…

   —Yo nunca dudé del trabajo del equipo, y no me interesaba ir al drama porque mi madre siempre era alegría y color. Mi único miedo era si no interesaba la temática o si no iba nadie. ¡Y se agotaron todas las entradas! Ahí me di cuenta que la obra además de valer por sí misma es también una herramienta que me permitió incorporar elementos de inclusión como la lengua de señas. Pero también pensaba qué pasaba con la gente que quiere actuar, escribir, producir y tiene alguna discapacidad o alguna enfermedad de salud mental. Y de hecho, estoy terminando una licenciatura en gestión cultural y haciendo un posgrado en gestión cultural en la Udelar, y todo lo estoy enfocando a la inclusión y accesibilidad. Siento que todas las personas somos distintas y tenemos necesidades y emociones distintas. Y empezar a trabajar en conjunto con personas con y sin discapacidad era lo mismo para mí. Solo se necesitan los puentes para lograr comunicarse. Ahora soy consciente que quiero enfocar mi carrera y mi vida a trabajar en temas de inclusión.

   —La obra trascendió el escenario, y hay también conversatorios sobre cultura y salud mental, talleres inclusivos…

   —Los conversatorios los empezamos a hacer con Cultus uy y convocamos a especialistas en las distintas áreas. Son abiertos y gratuitos y se busca la interacción con el público. Ya hicimos uno en Montevideo y dos en Canelones y se llenan. A partir de esta obra siento que eclosionó el trabajo de tantos años. Hay mucho interés de distintos departamentos del interior que quieren que llevemos la obra, u organizaciones en Montevideo que quieren que hagamos los talleres. Siento que se abrió un abanico de muchas posibilidades. 

   —¿Siente la presencia de su mamá en todos estos proyectos?

   —Sí, es increíble, pero en todo esto que estoy viviendo siento que mi madre está súper presente. Ella trabajaba en la Facultad de Ciencias de la Comunicación, era administrativa. Y en este posgrado que estoy haciendo ya son 4 personas que me dicen si soy el hijo de Graciela y me recuerdan cosas hermosas de ella, y a veces termino llorando, es inevitable. Eso me hace pensar cómo se puede trascender la muerte. El cariño, el amor, las ideas de las personas trascienden a la muerte y me emociona muchísimo. 

   —¿Qué cree hubiera dicho su mamá al ver la obra?

   —Creo que le hubiera gustado muchísimo. Si bien no tengo su respuesta, veo la reacción de mi familia y de la gente, y todo es alegría y felicidad. Y mi tía Beba que vive en Buenos Aires, y está por cumplir 90 años, vino el año pasado especialmente a ver la obra, y salió totalmente feliz y abrazaba a los actores. Si ella lo vivió así, estoy seguro que para mi mamá hubiera sido hermoso también y la hubiera hecho muy feliz. Es indescriptible pero cada devolución es para mí como una caricia para el alma.

ANDRES PAPALEO LLEVO AL TEATRO LA TEMATICA DE LA SALUD MENTAL

La obra de teatro “Hay un león afuera” que narra la enfermedad de salud mental que vivió su mamá, fue un éxito y trascendió el escenario. Hoy además hay conversatorios sobre el tema y talleres inclusivos.

ANDRES PAPALEO LLEVO AL TEATRO LA TEMATICA DE LA SALUD MENTAL

   —Usted es un lindo ejemplo de que pese a todos los “no” que recibió, hay que seguir adelante para encontrar esos “sí” que abren puertas inimaginables…

   —Alguien me dijo una vez que en temas relacionados a la cultura son 99 no para un sí. Entonces, cada vez que te dicen no, estás más cerca del sí. Y es verdad. Porque ahora estoy viviendo muchos sí, y es lindo poder decirle a otros que si tienen una convicción, sigan adelante, siendo siempre sinceros, y sobre todo que se rodeen de gente que tenga los mismos valores que vos para ayudarte a concretar tu sueño. La obra vuelve en octubre, los viernes y sábados en el Teatro Alianza, y estamos viendo salas en el interior para llevarla también. 

   —¿Hay más proyectos para este 2023?

   —Te cuento como primicia que en el taller de teatro que estoy dando en el marco de la Comedia Nacional, el Teatro Solís y la Secretaría de Discapacidad de Montevideo, se anotaron 291 personas, entre ellas, más de 110 personas con discapacidad. Esto no es usual que suceda. Va a durar cuatros meses y es un proyecto que me tiene súper entusiasmado, y será sin dudas de mucho aprendizaje. También estoy preparando con Gonzalo de Cuadro una obra autobiográfica de él y yo voy a hacer el texto y dirección. Fue seleccionada para el Festival de Danza que va a haber en noviembre en el SODRE, y esto me reafirma que cada vez más se está valorando lo autobiográfico que la ficción, el ser sincero con lo que a uno le pasa y a través de un hecho artístico expresarlo. Se llama “Hola fin del mundo” y va a ser un espectáculo que mezcla teatro y danza. Y como actor voy a estar en la obra “Macondo” de la Comedia Nacional en octubre y en “La Gran Vía”, en diciembre, de la temporada lírica de la banda sinfónica de Montevideo. Así que muy feliz y agradecido con todo lo que estoy viviendo.

Fotos: Mayu Capote. Texto: María Noel Álvarez.

 

 

 

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