Los buenos amigos son siempre quienes conocen los detalles más íntimos de las celebridades, y en el caso de Diana de Gales esta figura es Roberto Devorik, un empresario argentino radicado en Punta del Este, Uruguay, que fue su confidente.
En una entrevista concedida a la revista Hello! contó cómo vivía Lady Di sus cumpleaños, el 1 de julio.
Si algo marcó estas fechas fue la sencillez, y su poca afinidad con las fiestas ostentosas.
Gran parte de su aversión a los cumpleaños venía porque cuando era niña, no celebró muchos cumpleaños. No olvidemos que con apenas 6 años, Diana tuvo que sobrellevar el escandaloso divorcio de sus padres. Su madre, Frances Ruth Roche, dejó a su papá para irse con Peter Shand Kydd. Debido a esto, no tuvo una infancia muy feliz pues sufría las largas ausencias de su madre.
Ya como adulta después de su matrimonio con el príncipe Carlos, Diana disfrutaba celebrar sus cumpleaños en familia, especialmente con sus hijos William y Harry. “Iba a buscar a los chicos al colegio, y pasaba la tarde con ellos. También solía almorzar con su padre y con su hermana mayor, Sarah McCorquodale”, recuerda Roberto Devorik.
Cuenta el amigo de Lady Di que una vez que se separó de Carlos, parecía que disfrutaba más festejarlo: “Le gustaba invitar a almorzar a cuatro o cinco amigos al Palacio de Kensington, o íbamos a almorzar a sus restaurantes preferidos: San Lorenzo, en Kensington, o Le Caprice, en St. James’s.”, pero eso sí, no le gustaba tener pastel o regalos.



