Los gestos, las travesuras y la espontaneidad del príncipe Louis se llevaron toda la atención de la Abadía de Westminster. El pequeño de 5 años, como ya nos tiene acostumbrados, volvió a ser el centro de todas las miradas.
El benjamín del príncipe William y Kate Middleton acudió perfectamente vestido con un pequeño traje creado por los sastres de Savile Row, Dege y Skinner, en color azul.
Aunque en esta ocasión el principito no hizo tantas demostraciones como ocurrió en el Jubileo de Isabel II, en junio del año pasado, sí fue captado bostezando y haciendo varias expresiones graciosas.
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