Casos famosos de mala praxis en cirugías estéticas

El caso de Silvina Luna, quien lucha por su vida tras una cirugía estética realizada por el Dr. Aníbal Lotocki, ha puesto en evidencia otros casos de mala praxis en el ámbito de las cirugías estéticas. Según la Real Academia Española (RAE), la mala praxis se refiere a una "actuación profesional negligente o con inobservancia de la normativa legal aplicable o los deberes propios del oficio o profesión".

En la vecina orilla muchas famosas han dado cuenta de lamentables casos de mala praxis. Silvina Luna, exparticipante de Gran Hermano, se sometió a una cirugía de aumento de glúteos con el Dr. Lotocki en 2011. Aunque inicialmente estaba satisfecha con los resultados estéticos, su salud comenzó a deteriorarse. En 2014, fue internada por insuficiencia renal e hipercalcemia, experimentando graves consecuencias.

Stefanía Xipolitakis también fue intervenida por el Dr. Lotocki en 2014, recibiendo el mismo implante de PMMA que Luna. Después de estar al borde de la muerte, sufre parálisis facial, osteoporosis y está bajo tratamiento psiquiátrico, debido a los problemas de salud derivados de dicha intervención.

Por su parte, Matilda Blanco reveló en 2022 su experiencia negativa tras una cirugía para eliminar grasa abdominal. La persona que realizó la cirugía decidió no cerrar la pared abdominal, lo que provocó consecuencias en su movilidad y la obligación de tomar medicación de por vida. 

Mariana Farjat, reconocida por su participación en Gran Hermano, se sometió a una cirugía estética en la nariz en 2016. Aunque inicialmente estaba contenta con los resultados, seis años después reveló el calvario que ha experimentado como consecuencia de la intervención.

La actriz María Valenzuela llegó a pesar 35 kilos debido a una mala praxis en un tratamiento odontológico. 

MALA PRAXIS EN HOLLYWOOD

Es importante destacar que también existen casos famosos de mala praxis en el ámbito de la cirugía estética. Uno de ellos es el de Michael Jackson, quien experimentó numerosas cirugías en su nariz que resultaron en la pérdida del cartílago y problemas respiratorios. Además, su muerte en 2009 estuvo rodeada de polémicas, con algunas teorías sugiriendo que fue resultado de una mala praxis.

Otro caso es el de Linda Evangelista, quien se sometió a un procedimiento estético llamado coolsculpting en 2015. Sin embargo, sufrió una reacción adversa que le provocó protuberancias en todo el cuerpo, pérdida de sensibilidad y la sensación de estar permanentemente deformada.

Nicole Kidman, reconocida actriz australiana, decidió renunciar a los retoques estéticos después de abusar del bótox durante años. Victoria Beckham también optó por deshacerse de los implantes y dejar de obsesionarse tanto por su físico, recomendando confiar en lo que uno tiene.

Courtney Cox, protagonista de Friends, confesó que su transformación facial fue gradual y que le costó darse cuenta de los cambios drásticos. Reconoció la presión de los compromisos laborales y la disponibilidad de numerosos tratamientos estéticos, pero expresó su deseo de seguir siendo natural y aceptar el paso del tiempo.

La reconocida actriz Melanie Griffith también tuvo que recurrir a un cirujano especializado para deshacer muchas operaciones después de darse cuenta de su adicción al bisturí. Finalmente, decidió ponerle freno al exceso estético y aceptar el proceso natural de envejecimiento.

Renée Zellweger se realizó una cirugía drástica en el rostro que le cambió totalmente el aspecto. La actriz, de 47 años y de increíbles ojos azules, perdió parte de su expresión, entre otros tratamientos por el exceso de botox.

Estos casos famosos de mala praxis en cirugías estéticas demuestran la importancia de elegir cuidadosamente a los profesionales y estar informados sobre los riesgos asociados. 

 

La dolorosa experiencia de Eunice Castro: De una rinoplastia a una prótesis nasal, el impacto de la mala praxis en la carrera de la actriz.

En nuestro país, un caso famoso de mala praxis en cirugía estética es el de Eunice Castro, reconocida actriz, quien ha compartido públicamente su experiencia traumática. Eunice reveló que se obsesionó con su nariz y decidió someterse a una rinoplastia, buscando mejorar su apariencia y corregir una lesión que había demorado en tratarse adecuadamente. En un principio, todo parecía ir bien, pero posteriormente surgieron complicaciones que marcaron un antes y un después en su vida.

La actriz relató que después de la cirugía, se produjo la reabsorción del cartílago en su nariz, lo que resultó en una situación mucho más complicada de lo esperado. Este cambio inesperado tuvo un profundo impacto en la imagen de sí misma al punto que dejó de reconocerse frente al espejo. 

Como consecuencia de esta situación se vio obligada a alejarse de los medios y de su carrera artística. Pasaron siete años sin volver a la televisión y casi cuatro años sin poder trabajar. Esta etapa fue especialmente difícil para la actriz, ya que se enfrentó no solo a los desafíos físicos de llevar una prótesis nasal, sino también a los desafíos emocionales y psicológicos asociados con la alteración de su apariencia y la pérdida de oportunidades laborales.

En su búsqueda de una solución, Eunice encontró ayuda en el Servicio de Prótesis de la Facultad de Odontología. Fue allí donde se realizó una "sustitución" de su nariz mediante una prótesis, permitiéndole recuperar una apariencia más cercana a su aspecto original.

 

"Esto comenzó hace 7 años, fue un paráte que me hizo la vida, y lo primero fue poder aceptarlo. No es fácil pero siempre aprendí a seguir adelante. Me daba cuenta que muchas personas no sabían cómo mirarme para no incomodarme. Entonces quise demostrarme a mí misma y a la gente que podía seguir trabajando, tomé fuerzas, y fui de a poco retomando algunas cosas",comentó Eunice en exclusiva a CARAS.