Según el secretario de Cultura del gobierno británico, Oliver Dowden, Netflix debería dejar claro que la serie The Crown sobre la familia Windsor es ficción: “Es una obra de ficción producida de forma impecable, como muchas otras producciones de televisión, pero Netflix debería dejar muy claro al principio que sólo es eso”.
Con estas declaraciones a The Mail, la aparente tranquilidad de las instituciones por el retrato que hace el creador Peter Morgan de la monarquía inglesa y de los asuntos políticos del país ha volado por los aires.Los temores son que sin el aviso “una generación de espectadores que no ha vivido esos eventos pueden erróneamente confundir ficción con realidad”.
En la cuarta temporada entra en acción Lady Di, motivo por el cual ha generado gran revuelo.
La serie hace hincapié en dos claros detalles. Primero, que Diana nunca tuvo ninguna oportunidad de ser la esposa perfecta para Carlos, que desde el primer día tuvo a Camilla (entonces, Camilla Parker Bowles y actualmente duquesa de Cornualles) de amante, su verdadero amor.Segundo, que Carlos detestaba a Diana porque acaparaba los focos en el matrimonioy sufría celos.
En una entrevista Charles Spencer, hermano de Diana, lamentó quetiene conversaciones con ciudadanos estadounidenses y que a menudo le hablan de The Crown “como si hubieran tomado una clase de historia” y “no lo han tomado”. Destacó que había “mucha conjetura y mucha invención” por parte de Morgan.