A pesar de que se había especulado -prácticamente confirmado por medios del Reino Unido- que la pareja de diseñadores británicos Ralph and Russo sería la encargada de crear el vestido de novia, ha sido finalmente Givenchy la firma elegida para vestir a Meghan Markle.
Diseñado por la directora creativa de la histórica maison francesa, Claire Waight Keller, se trató de un vestido de carácter sencillo, con escote barco que destacaba la línea del cuello y la cintura, totalmente liso y una cola súper larga, que dejaba ver los zapatos en juego, también de Givenchy, y que acompañó con un larguísimo tul de seda en el que se representaron las flores de los 53 países que integran la Commonwealth of Nations.
Los accesorios elegidos fueron la tiara de la Reina Mary de Inglaterra y discretas joyas de Cartier, todo acorde al el estilismo minimalista del diseño nupcial.
¡Nos encantó la elección de Meghan!