sábado 27 de abril del 2024
CARAS DECO 16-04-2022 14:47

Disfrute en Manantiales

La interiorista Sofía Ruíz muestra cómo una casa de verano puede renovarse para ser ahora un hogar para todo el año. Galería de fotosGalería de fotos

Este apartamento ubicado sobre la costa de Manantiales y realizado por el Estudio Mario Roberto Álvarez & Asociados habla mucho del auge del interiorismo en los últimos tiempos. Con la llegada de la cuarentena, la suspensión de los viajes y la improvisación del teletrabajo, muchos han aprovechado para reversionar su casa de veraneo en un espacio cómodo y seguro para todo el año. La consigna es reunir todos los amenities propios de un hogar: ambientes calefaccionados, una cocina completa, un sillón cómodo, un rincón para hacer home office y homeschooling; no solo para días de playa, sino también para vivir durante el invierno.Para definir su estilo, se establecieron varias instancias de diálogo con sus huéspedes. Conocer cómo es la vida social de cada familia es muy importante a la hora de pensar en el rediseño de su hogar, ya que este factor determina qué tan importantes son los espacios comunes. En este caso, al tratarse de una pareja joven con hijas pequeñas, el apartamento fue concebido para disfrutar en familia o con amigos, otorgándole mucha prioridad a las áreas sociales y al confort de los espacios.Siguiendo un estilo orgánico moderno que transmita paz a través de la conexión con la naturaleza, la paleta de colores elegida para esta obra es neutra, destacándose el uso de materiales nobles y fibras naturales como madera, lino y algodón. En este mismo sentido, se buscó aprovechar al máximo las horas de luz natural de cada ambiente; mientras que, a la hora de diseñar la iluminación artificial, se optó por sistemas inteligentes y eficientes que tienen menor impacto medioambiental y mejores resultados en los costos de consumo.Toda la caja contenedora que incluye el hall de acceso, el living y el comedor fue intervenida revistiendo las paredes en madera de roble con tinte blanco para generar más calidez y así contrarrestar el “estilo frío” que suelen tener las casas de veraneo, dado por pisos de porcelanatos o cerámicos y techos de hormigón. Este recurso, si bien implica una inversión, transmite una mayor conexión con la naturaleza y refuerza ese estilo orgánico tan buscado, creando una sensación diferencial a la hora de habitar el lugar.El living-comedor es el espacio de mayor protagonismo en el apartamento y se concibió como un gran bloque, abierto y funcional. Una gran estantería laqueada en color blanco es el elemento que contiene y unifica esta gran área. Se sumaron dos sillones de lino blanco de La Ibérica, alfombras de yute con toques de durazno y elementos decorativos en madera de teka natural. Las cortinas son de lino blanco que dejan ver una hermosa vista hacia el mar. Aquí, también, se aprovechó el nicho de un antiguo ropero para montar un bar forrado en madera, ideal para acompañar reuniones sociales.En el dormitorio de las niñas, todas las paredes fueron revestidas en lambriz de madera laqueada en tono verde malva para lograr una propuesta de color más lúdica. Acompañan detalles en color rosa viejo y un rinconcito con juego de mesa y sillas.El dormitorio principal continúa la línea con elementos naturales. La pared de cabecera se revistió en tatami, generando una gran calidez potenciada también por una paleta de colores neutros en donde predomina el blanco y el beige.

El comedor se diseñó en una esquina, creando un lugar versátil en el que también se puede teletrabajar. Fue realizado en cuero visón de tono claro, junto a una mesa de roble ovalada y sillas de La Ibérica con lugar para ocho personas.

Para el hall de acceso se diseñó un caminero en sisal en colores natural y durazno, confeccionado a medida por Taller Troccoli. Una consola con una lámpara de La Ibérica, acompañada por unos percheritos, completan un área de líneas puras y simples.

El dormitorio de las niñas implicó un gran desafío por tratarse de un espacio bastante reducido, donde además de dormir también juegan. Por eso, se escogieron cuchetas en madera de álamo claro que incluyen al costado pequeñas mesas de luz.

El revestimiento fue realizado en tatami, una estera de hilos de papel realizada por Taller Troccoli. La cama con dosel, diseñada especialmente, se realizó en madera de roble lustrada en tono grisáceo.

 

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