Refugio de corte corte inglés

Tati Paz

Hannah Sandling diseñó un interiorismo de especial carácter.

Cuando Hannah Sandling llegó de Londres a Uruguay, encontró en un pueblo del departamento de Maldonado su lugar en el mundo. El desafío de transformar un galpón de ovejas en un hogar para vivir despertó su creatividad innata. El resultado es una casa de campo de ensueño con un estilo rústico chic de gran autenticidad.

El proyecto arquitectónico estuvo a cargo del arquitecto Álvaro Farina, que construyó una vivienda de 12 ambientes con canchas de tenis, piscinas exteriores, sala de cine exterior, casa de huéspedes y múltiples espacios de uso compartido. Cada rincón fue diseñado por Hannah, decoradora de interiores y apasionada por los detalles. La curaduría de objetos incluye ejemplares únicos como una bandera inglesa de la Segunda Guerra Mundial y un mapa original de Inglaterra de 1658.

Rodeada de vegetación, la chacra está situada entre sierras y arroyos. Algunas zonas exteriores mantienen plantas y arbustos silvestres, mientras que alrededor de la casa destaca un cuidadoso diseño paisajístico en el que predominan grandes palmeras, plantas de follaje verde y flores blancas. A un lado del campo se plantaron 4.500 ejemplares de árboles nativos. También, en el nacimiento de cada uno de los dos hijos de la familia, se sumaron simbólicamente seis robles ingleses.

Para diseñar su casa, Hannah se inspiró en el hogar de una amiga artista belga: techos y puertas altísimos, ventanas amplias con rejas antiguas, ambientes espaciosos y aires románticos son el denominador común de esta vivienda de particular personalidad que habla de los gustos y los usos de una familia de mundo. Nada está librado al azar, los detalles hacen la diferencia y cuentan infinitas historias.

En la casa de Hannah todo es arte e historia. En cada espacio hay objetos de arte y artículos de decoración realizados por la dueña de casa, como floreros y centros de mesa en cerámica, cuadros pintados a mano y fundas de almohadones bordadas. Además, abundan las piezas heredadas de antiguas generaciones de la familia. Los ambientes se distribuyen en una planta y el color negro está presente en todos ellos. En contraste, la casa de huéspedes tiene un estilo mucho más fresco y relajado. Ofrece espacio para seis personas y está diseñada en tonos de azul, celeste y blanco.

En la sala de estar se hacen notar los materiales nobles, las luminarias en hierro y la buena madera en mesas y bibliotecas de gran porte. Muchas piezas de diseño fueron traídas de ferias de distintos países, tiendas antiguas y de segunda mano. Algunos muebles se hicieron con carpinteros uruguayos a partir de inspiraciones de fotografías perdidas en internet.

El dormitorio principal es un espacio que inspira calma y relax. Hay mucha presencia de color negro con destaque de detalles en tonos tierra y bronce. Los ventanales ofrecen increíbles vistas que contrastan con un ambiente dramático casi teatral. Como el matrimonio disfruta mucho de la lectura, hay una biblioteca con ejemplares de libros de distintas temáticas, objetos traídos de viajes y regalos exóticos.

La cocina está diseñada en color azul oscuro y blanco, con pisos en madera y mesada de mármol. Los placares superiores con puertas de vidrio exhiben juegos de mesa antiguos en color blanco. En las puertas ciegas se guardan colecciones de manteles y servilletas, cubiertos traídos de Italia y China, candelabros y vajilla comprada en Tristán Narvaja. Al lado de la cocina hay una huerta con verduras, frutas y hortalizas, que sirven de insumo para platos caseros. Entre las plantaciones hay una mesa con sillas, rincón que suele utilizarse en la mañana durante el desayuno.

La vida social de la familia ocupa un lugar importante en el diseño de los espacios exteriores para reunirse con amigos y celebrar fechas festivas en grupo. Uno de los sitios preferidos de Hannah es el cine exterior con capacidad para 12 personas. Está ubicado bajo arbustos de coronillas que dan sombra durante todo el día y está equipado con butacas con enchufes individuales para el uso de mantas eléctricas en las noches frescas de verano.

Junto a la chacra se inauguró recientemente un nuevo patio con una larga mesa con capacidad para 60 personas donde la familia suele festejar Navidad, Pascuas y cumpleaños. Del paisajismo de este espacio se encargó la argentina Amalia Robredo. Se armaron canteros de follaje verde con obras en acero corten y se instaló un fogón con sillas alrededor para encender en la noche.

En torno a la casa se trazaron distintos caminos que conectan espacios exteriores de encuentro. El artista neoyorquino Charlie Baker diseñó dos grandes nidos colgantes, ubicados entre los árboles, para hacer picnics y cenas al aire libre. Estas estructuras se confeccionaron con piezas de árboles que evocan el nido de un pájaro. En su interior hay una mesa redonda sobre la que cuelgan faroles de hierro.

Diferentes estilos conviven en una sala de estar pensada para disfrutar la cotidianidad en familia.

En el cuarto principal predomina el color negro, que aporta sofisticación y propicia el buen descanso.

La cocina es una vidriera de juegos de vajilla importados de distintas partes del mundo. Entre la gran colección destacan piezas heredadas con más de 150 años de historia. En este lugar también se guardan increíbles manteles que colecciona Hannah.