Un par de domingos atrás, mientras caminaba por la feria Tristán Narvaja, se de- tuvo a mirar vinilos de Raffaella Carrá. En ese instante, un hábil vendedor le dijo: “¿Sabías que están haciendo una película de Raffaella?”. Al igual que el hombre de la feria, pocos podrían imaginar que el primer musical de la gran diva italiana sería idea de un joven director de cine uruguayo. Nacho Álvarez (34) confiesa ser fanático de ella, y su música es parte de la banda sonora de su vida. Lleva el cine en su ADN, ya que su padre lo familiarizó con el arte a él y sus her- manos desde muy pequeños. Su hermano mayor, Fede Álvarez, es hoy un exitoso director en Hollywood, y Nacho estrenó hace meses su ópera prima “Explota explota”, el musical que ya cuenta con premiaciones internacionales. Se trata de una coproducción de Italia y España, que no solo tiene un destacado elenco, sino que también obtuvo el visto bueno de Raffaella Carrá. Instalado en su casa en las Sierras de las Ánimas, donde pasa una larga temporada junto a su familia — madre, hermanos, sobrinos y tíos — Nacho recibió a CARAS, contó con mu- cha frescura cómo vive este gran momento y cómo logró realizar es- te musical que fue ovacionado en el Festival de San Sebastián, y que próximamente se podrá ver en Uruguay y el resto de Latinoamérica.
—¿Por qué dejó Uruguay para instalarse en Madrid?
—En el 2017 me fui con mi pareja a empezar de cero. No tenía idea de hacer la película. Fuimos a cambiar de escenario y salir de la zona de confort. A los 15 días ya cambiamos de energía y empecé a pensar en cosas que antes no me animaba. El cine era una de ellas, pero yo estaba negado porque no lo veía viable de realizar en Uruguay.
—¿Cómo llega a crear “Explota explota”?
—Explota llega como idea de dirigir un musical, ya que es un género que sentía cercano, porque venía de trabajar muchos años en publicidad. Me contacté con Mariela Besuievsky, una productora uruguaya radicada en España, y llegué a ella sin saber cuán grosa era. ¡Después me enteré que hasta tenía un Oscar por El Secreto de sus Ojos! Le dije que quería hacer un musical y le encantó la idea, nunca antes había producido uno. Al salir de la reunión, llamé al guionista uruguayo, Eduardo Navarro, que es amigo mío, y le conté la idea, y nos pusimos a trabajar por Whatsapp. Luego se sumó David Esteban Cubero, que es madrileño pero vive en Uruguay. El proceso fue largo, y en el medio, de algo tenía que vivir. Hice algo de publicidad y comencé a trabajar llevando las redes sociales de la productora. Pasó de todo, hasta casi no sale la película.
—¿Cuándo se estrenó la película en España?
—En España se estrenó en octubre de 2020. Fue un año muy loco, teníamos previsto estrenar antes pero por la pandemia fue todo diferente. El cine en España perdió el 75 % de la audiencia, pero por fin logramos estrenarla en el Festival de Cine de San Sebastián.
—¿Cómo fue la experiencia de estar en un festival tan prestigioso?
—Por más que fue en pandemia, fue maravilloso. El público ovacionó la película de pie durante 15 minutos. Fue una mezcla de emociones. Le agradecí muchísimo a Mariela, entre lágrimas, por haber confiado en mí.
—¿Fue un antes y después en su vida?
—En la vida a veces necesitás una sola persona que confíe en ti para cambiar- lo todo y sacarte adelante. Todos necesitamos una "Mariela", sea para el sueño o proyecto que sea, no im- porta la magnitud.
—¿Cuándo se estrena en Uruguay?
—Si las vacunaciones contra el Covid-19 siguen avanzando y lo- gramos bajar los contagios, posiblemente llegue en breve, pero no lo sé con exactitud.
—Son muchos logros para una Ópera Prima. ¿Qué le pasa cuan- do piensa cuánto logró con “Explota explota” y todo lo que falta por recorrer?
—Nunca lo imaginé. Miro para atrás y el camino fue largo, fueron muchas emociones. Pasó de todo en este tiempo. Mi padre falleció cuando yo estaba en Madrid, no
llegó a ver la película. Por lo general, las primeras películas no llegan a tanto. Pero Explota tiene el ángel de Raffaella Carrá. No solo tuvimos su música e historias, tuvimos su bendición. Cuando le contamos la idea nos dio el visto bueno, nos reunimos con ella en Roma, y también viajó a Madrid.
—¿Cómo fue el encuentro con ella?
—Fue muy loco, porque yo no busqué una artista cualquiera, por el contrario, Raffaella siempre estuvo presente en mi vida, siempre me gustó. Incluso, la primera vez que fui a Italia, se me pasó por la cabeza que tal vez la cruzaba en la calle (risas). Tengo todos sus discos, ¡y hasta su libro de recetas de cocina! Cuando me dijeron que nos íbamos a Roma fue un sueño hecho realidad. Yo estaba en su oficina, me doy vuelta y la veo llegar con sus tacones, espléndida. Se mostró curiosa por el proyecto, no entendía cómo siendo tanto más joven quería hacer una película con su música. Luego nos invitó a almorzar en su casa.
—La pasión por el cine es com- partida en su familia. Su hermano Federico es un director consagrado en Hollywood y el género terror es su fuerte. ¿Se imaginan un proyecto juntos?
—En algún momento imagino que haremos algo, pero realmente el mercado de Estados Unidos es muy diferente al de España. Coincidir en un proyecto que nos guste a los dos no es tan fácil. Igual está bueno que cada uno haga su camino, y después veremos si coincidimos.
—¿Ahora sí se imagina haciendo cine en Uruguay?
—Estoy pensando qué quiero hacer, aprovechando esta estadía en Uruguay para pensar qué géneros me gustaría experimentar. Como director tenés que hacer lo que te gusta. Me encantaría hacer algo en Uruguay. Me gustaría contar una historia rioplatense, montevideana.
Fotos: Pablo Kreimbuhl.
Texto: Victoria Rapetti.
Agradecimientos: Fotos Julio Vergne